Friday, October 19, 2007


Otros tiempos
Basta con revisar viejos films, sobre todos los manufacturados por Hollywood: el humo de los cigarrillos se cuela por cada fotograma. Hay secuencias que no hubieran sido iguales sin cigarrillos. La industria del cine y la del cigarrillo fueron de la mano, y las escuelas de actuación consideraron por entonces casi normal que cualquier principiante encendiera un cigarrillo como forma de alertar que comenzaba su actuación.
Marlboro “el cigarrillo de mayor venta en el mundo” no fue siempre el más famoso, y la historia de su marketing fue más bien curiosa, ya que nació allí por los mágicos 20 como producto asociado al mundo femenino, una interesante manera de invitar a que las mujeres se unieran a un consumo masivo hasta entonces sólo asociado al hombre, la rudeza y las actividades pesadas.
En aquellos tiempos se trataba de reflexionar acerca de la asociación de actividades netamente femeninas con la función de fumar. Marlboro era el producto que traería esa evocación.
¿En la foto (desconcertante pero real) el publicitario de turno inventó la más “femenina” de las asociaciones: la maternidad. Y con una invocación muy tierna, el niño modelo opina que mamá en lugar de retarlo por sus desobediencias, debería fumarse un Marlboro.
Pensar que hoy a los fumadores que agarren a más de una cuadra de la zona en que respire un humano (y ni hablar si se trata de un niño), los condenan para siempre.

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